La situación provocada por la pandemia hizo que numerosas empresas se abrieran al trabajo en remoto, cambiando las las dinámicas laborales para poder adaptarse a la nueva situación. Ello ha conllevado que cada vez más personas quieran instalar una zona de trabajo en casa, un espacio dedicado exclusivamente para trabajar, que ayude a separar la vida laboral de la personal en situaciones de teletrabajo.
Para las personas que viven en grandes ciudades, con costes de alquiler elevados, costearse una vivienda espaciosa con más de dos habitaciones se hace cuesta arriba. Crear una oficina dentro de casa no es una opción disponible para todo el mundo.
Por eso, las mudanzas hacia zonas menos pobladas, con alquileres más reducidos y más espacio disponible, crecieron un 39% el año pasado. La pandemia nos ha hecho darnos cuenta de la importancia de residir en una vivienda que nos permita teletrabajar de manera confortable, o, en el peor de los casos, pasar un confinamiento domiciliario más llevadero.
Este tipo de decisiones de traslado de domicilio se traduce en otros cambios sociales derivados, como ayudar a combatir la despoblación, y contribuir al crecimiento de los negocios negocios rurales.
Además de mudanzas para contar con viviendas más espaciosas, la pandemia también ha provocado un aumento en la compra de segundas viviendas en el campo. Con el auge del teletrabajo y la amenaza del confinamiento, estas segundas residencias ahora también funcionan como retiro al que acudir a teletrabajar, además de pasar vacaciones y puentes.
Los datos avalan esta realidad: según el portal Inmobiliario Idealista, la búsqueda de casas en localidades por debajo de los 5.000 habitantes alcanzó el 14,8% en 2020, un 5% más que en 2019.
Los beneficios del teletrabajo en zonas rurales son múltiples, comenzando por el contacto con la naturaleza, que ayuda a sobrellevar los niveles de estrés, y la vida más tranquila, que mejora la capacidad de concentración. Por eso, si teletrabajas, crear una zona de trabajo en tu casa en el pueblo será una sabia decisión que te permitirá escaparte a ella siempre que lo necesites, sin que tu trabajo se vea afectado.
Entre los pros de esta opción se encuentra sin duda la ventaja de poder elegir entre dos residencias donde teletrabajar. Además de tener la posibilidad de trabajar desde tu casa en la ciudad, rehabilitar tu vivienda del campo te abre la puerta a desarrollar tu actividad laboral en mitad de la naturaleza siempre que quieras.
Veamos cómo reformar varias estancias para crear una zona de trabajo en casa. Si eres una de las personas que han adquirido recientemente una segunda vivienda, probablemente te interese esta reforma.
Si quieres trabajar en remoto, debes contar con una buena conexión a internet. Así, uno de los primeros pasos para rehabilitar la casa del pueblo y diseñar una zona de trabajo pasa por buscar un buen operador de telefonía móvil, que ofrezca fibra óptica en zonas rurales.
En la medida de lo posible, elige una de las habitaciones más luminosas de la casa para instalar tu despacho. Teletrabajar en un espacio oscuro, con luz artificial terminará por afectar a tu estado de ánimo, te obligará a forzar más la vista y afectará a tu rendimiento y concentración.
Si se trata de una vivienda antigua, conviene revisar con un arquitecto la estructura de la vivienda, estudiando si necesita mejorar el aislamiento térmico de paredes, ventanas o techos, así como la eficiencia energética. Si es el caso, lo ideal es optar por materiales más sostenibles como la madera, que, además de retener mejor el calor en otoño e invierno, dejan una menor huella de carbono.
Si necesitas cambiar el sistema de calefacción de la casa es interesante que consideres instalar una caldera eficiente para adelantarte a los cambios legislativos, ya que en los próximos años la normativa europea será cada vez más rígida en cuanto a emisiones y quizás tengas que volver a cambiarla en un futuro próximo si no eliges la adecuada.
Instalar un termostato inteligente es también una sabia decisión: te permitirá planificar el funcionamiento de la calefacción y, por ejemplo, dejarla programada unas horas antes de llegar a la casa, o al levantarte por las mañanas para tener la casa caldeada.
Es muy importante que revises el estado de la instalación eléctrica. Si quieres instalar una zona de trabajo en casa, debes comprobar antes si la instalación de la que dispone está preparada para soportar la potencia que demanda el teletrabajo y los dispositivos electrónicos necesarios. En ocasiones, las viviendas sin rehabilitación integral pueden presentar deficiencias en el cableado.
Una reforma de una casa en entornos rurales puede variar mucho en su coste, dependiendo de la magnitud de la reforma que queramos acomenter: si solo necesitamos comprar una caldera nueva o cambiar las ventanas, podemos estar en torno a los 10.000 euros, mientras que, si necesitamos realizar una reforma estructural, las obras pueden situarse en los 60.000 euros en adelante. En cualquier caso, es importante que valores bien si te merece la pena reformar la vivienda, si puedes costearte esta inversión y si vas a disfrutarla suficientes días al año para amortizarla.
Si estás decidido a utilizar esta vivienda como un lugar fijo al que acudir varias veces al mes a teletrabajar y desconectar de la ciudad, puede que esta inversión sí te merezca la pena. ¿Te gustaría tener una casa en el entorno rural? En las entidades de Caja Rural del Sur te ayudamos a encontrar la casa que mejor te convenga. Entra en nuestro portal inmobiliario, tienes a tu disposición una amplia oferta de inmuebles para encontrar la casa perfecta para ti.
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