El precio de la leche vuelve a estar en entredicho, con los ganaderos al frente de pequeñas y medianas explotaciones en pie de guerra. Sus costes han subido respecto al año pasado, mientras que sus beneficios siguen congelados y la industria alimentaria sigue manteniendo el precio del brick de leche por debajo de la media europea. Entendamos más sobre este conflicto y sus posibles vía de solución.
El encarecimiento de la electricidad y de las materias primas a nivel internacional ha motivado un aumento de los costes fijos en todos los sectores de producción. En el caso de los ganaderos productores de leche, estos costes fijos al alza se traducen en dos grandes consecuencias:
¿Cómo se calcula este precio de la leche? Teniendo en cuenta las diferentes variables de la cadena productiva: la alimentación del ganado, el personal o la logística, el proceso de envasado o la distribución en los supermercados son aspectos que determinan su precio.
El coste de producción de un litro de leche se sitúa entre los 33 y los 36 céntimos y, actualmente, los ganaderos están recibiendo 32 céntimos por cada litro, según las principales organizaciones ganaderas.
Esta situación deficitaria ha provocado que los ganaderos busquen vías de beneficio alternativas, como la obtención de subvenciones, el alquiler de terrenos propios o la venta de novillas. Otros, menos afortunados, se ven obligados a recurrir a la financiación, confiando en la pronta recuperación y aumento del precio del litro de leche.
En el año 2016 los ganaderos productores de leche consiguieron que los distribuidores no vendiesen en sus supermercados bricks de leche que costasen menos de 60 céntimos. Es decir, que fijaron un precio mínimo por paquete. Esta medida, destinada a dignificar los salarios del sector, vio tergiversada su finalidad, al convertirse al cabo del tiempo en el precio de referencia para las marcas blancas. Ahora, en lugar de utilizar los 60 céntimos como un precio mínimo excepcional, se ha generalizado su uso, por lo que encontramos un gran número de leches de supermercado a este precio bajo. Esta situación redunda negativamente de nuevo en los márgenes de beneficio de los productores de leche, que cada vez se van reduciendo más.
Por todas estas razones, los ganaderos productores de leche de nuestro país, hacen un llamamiento al Ministerio de Agricultura y Ganadería para que se fije en las políticas de otros países europeos, especialmente Francia y Alemania.
Ninguna marca puede vender en Francia un brick de leche por menos de un euro de coste. Esto ha servido, entre otras medidas adoptadas a este fin, para que los ganaderos franceses puedan desarrollar su actividad laboral de forma digna, y puedan asumir puntuales aumentos de los costes fijos, sin llegar a tener que afrontar grandes pérdidas.
Los datos que arroja el último informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Alimentaria ahondan en la desigualdad en los márgenes de beneficio. El precio medio al que los distribuidores pagan el litro de leche a los ganaderos oscila entre los 0,32 y 0,33 euros/litro, una cantidad insuficiente para compensar los costes de producción, pues estos se sitúan entre los 0,329 y los 0,38 euros.
La reivindicación de una solución para esta nueva situación de desigualdad en el sector productor lechero es la conocida popularmente como “guerra de los tres céntimos”, una iniciativa que busca obtener un precio mínimo por litro de leche, que ponga freno a la brecha de costes del litro de leche entre productores y distribuidores.
Esta situación que viven los ganaderos productores de leche en España está empujando al sector a una situación de incertidumbre futura, por la drástica disminución del relevo generacional. Según el último informe de coyuntura del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en nuestro país existen en este año 11.964 explotaciones de vacuno de leche, un 5,6% menos que en 2020.
Debido a la falta de seguridad laboral, la precaria situación y la bajada de precios y márgenes de beneficio, muchos ganaderos del sector no animan a sus hijos a continuar con la explotación ganadera, cansados de luchar para combatir estas desigualdades y lograr desarrollar una actividad económica de manera digna.
En Caja Rural del Sur queremos apoyar a todos los ganaderos y agricultores de nuestro territorio que, inmersos aún en la crisis de la Covid-19, ahora deben enfrentarse a una lucha por la mejora del precio mínimo de la leche, que les permita afrontar el aumento de los costes fijos.
Ante esta difícil situación, desde Caja Rural del Sur queremos acompañarlos en el camino, ayudando a gestionar la tramitación de subvenciones como la PAC 2021, y facilitando diversas líneas de financiación, adaptadas a cada situación: apoyo del emprendimiento rural, ampliación de negocio, reforma de las instalaciones o equipos de las explotaciones ganaderas, o ayudar a cubrir necesidades temporales de liquidez puntual.
En Caja Rural del Sur trabajamos para ayudar al mantenimiento de un sector ganadero rentable en España, así como la continuidad del entorno rural.