Financieramente hablando, ¿cuánto sabes sobre tus propias cuentas? Mira que, cuanto más sepas sobre ellas, más fácil lo tendrás para gestionar bien tus finanzas y tu propio dinero. Así que hoy queremos ayudarte desgranando dos figuras clave para entenderlas: el titular y el autorizado.
Hoy en día utilizamos la cuenta para todo: para sacar dinero de ella, para pagar ropa en invierno, e incluso para facturar trabajos a los clientes cuando somos autónomos. La verdad es que es una herramienta imprescindible en nuestra economía, así que nos conviene saber cómo sacarle el máximo provecho.
Dicho esto, vamos a venirnos arriba con una buena dosis de educación financiera.
El titular de la cuenta es la persona que firma un contrato con la entidad y tiene el poder de lo que pasa con el dinero. Eso sí, debes tener en cuenta que si eres el titular de una cuenta también eres el encargado de pagar las deudas como la hipoteca o los préstamos personales que hayas contratado.
Puede haber varios titulares en una cuenta, dependiendo del grado de responsabilidad que tengan dentro de ella. Es por ello que la cuenta puede ser indistinta o solidaria, si cualquiera puede utilizar el dinero sin autorización; y mancomunada o conjunta cuando debe existir un acuerdo previo entre todos o entre varios para hacer las operaciones.
La tercera cuenta, la subordinada, es aquella en la que los titulares solo tienen el derecho de operar cuando alguien que está por encima de ellas dentro de la cuenta se lo permite. Esto es genial, como puedes imaginar, cuando hay varios trabajadores de una empresa que necesitan hacer transferencias de dinero con autorización previa de uno o varios de ellos.
Ser autorizado de una cuenta es compartir privilegios con el titular, pero con un rol muy diferente. También tienes poder para hacer operaciones con el dinero, como transferencias, traspasos o consultas sobre la información fiscal del titular, pero no puedes contratar productos, cancelarlos o bloquear la cuenta.
La figura del autorizado es interesante porque, si tienes uno en tu cuenta, puedes seguir controlando tus cuentas aunque no estés presente. Si lo necesitas, tus padres pueden hacer todo lo que necesitas por ti mientras estás en el extranjero. Y al revés, porque tu amigo que está pasando por dificultades también puede encontrar tu inestimable ayuda mientras pasa el mal trago.
Puedes hacerlo llevando a tu entidad una copia de su DNI con un documento firmado por ambos en los que se autorice la función del autorizado.
Como ves, es imprescindible tener una cuenta en la que controlar tu dinero, los ingresos y gastos, para llevar tu economía al día.
La buena noticia es que en Caja Rural del Sur, puedes disfrutar de una cuenta hecha para un joven como tú: la Cuenta Joven In. Disfruta de unas finanzas claras, haciendo tus gestiones con facilidad a través del móvil, del ordenador o dónde tú decidas: haz tus Bizum, tus transferencias o tus traspaso con la mayor comodidad, teniendo todos los beneficios del titular de la cuenta.