Muy posiblemente has oído hablar sobre la geotermia en varias ocasiones. Esta palabra etimológicamente se forma de los términos griegos geo (tierra) y thermos (calor). ¿Sabes realmente qué es y cómo se puede conseguir? ¡Presta atención para conocer todos los detalles!
La energía geotérmica es aquella que utiliza la energía calorífica que se encuentra en el interior de la Tierra, y que se desprende desde el núcleo hasta las capas exteriores, y que va variando entre ellas. Concretamente, los grados aumentan alrededor de 25ºC y 30ºC. A esta variación se la llama gradiente geotérmico.
Es decir, la energía geotérmica es la que usa el calor de la Tierra para producir energía limpia para usar en sistemas de calefacción. Al final se trata de una fuente energética renovable e inagotable, estableciéndose como una opción energética respetuosa con el entorno y con el medio natural.
El primer país de Europa que empezó a usar este tipo de energía fue Suecia a partir de la crisis del petróleo vivida en 1970. De igual modo, existen otros estados como Finlandia, Holanda, Alemania, Japón, Francia o Estados Unidos donde hace ya tiempo que se viene usando.
Por otra parte, en España la energía geotérmica no goza de mucha popularidad, ya que son más comunes otros tipos de energías renovables, como puede ser la eólica y la solar. De todas formas, cada vez se usa más en las nuevas construcciones, donde es cada día más habitual encontrar sistemas de climatización y calefacción que utilizan la geotermia para funcionar.
La mayor ventaja que posee la geotermia es que estamos, como ya comentamos, ante una fuente energética limpia e inagotable: no produce ningún tipo de gas contaminante, puesto que no hay ninguna combustión ni emisión de gas de efecto invernadero. Del mismo modo, existen otras muchas ventajas a destacar:
De acuerdo con el Instituto Catalán de Energía (ICAEN), en función de la temperatura de las capas de la Tierra, la energía geotérmica se divide en:
Para poder hacer uso de la geotermia en nuestra calefacción o sistema de climatización es preciso contar con la instalación de una arquitectura geotérmica. Esta se compone de varias partes o elementos:
Lo primero que hay que hacer son perforaciones en el terreno, de entre 50 y 200 metros de profundidad. En estas han de meterse tubos de polietileno que harán un circuito cerrado. Los tubos tienen en su interior un líquido con una alta capacidad de intercambio energético que va a circular continuamente entre una bomba de calor de la superficie y otra bomba de impulsión en el interior del sistema. Esto hace que sea posible mover el calor de la superficie terrestre hasta el edificio en invierno y, al contrario, y así extraer el calor del hogar al terreno en los meses de verano.
La bomba de calor hace que se pueda usar la energía que se extrae de la tierra para conseguir que la temperatura del líquido del interior de las tuberías cambie, o bien del ACS, al circular por un condensador que sube la temperatura y la presión.
Dependiendo de las condiciones de cada edificio, es posible colocar sistemas como paredes radiantes, techos o suelos, además de tuberías de agua, radiadores y conductos de aire.
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