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Las consecuencias de la crisis energética en 2022

En este artículo te explicamos por qué el año 2021 estuvo marcado por un aumento del precio de la electricidad y la escasez de suministros tecnológicos.


 

En 2021 se batieron múltiples récords desde el punto de vista energético. Se produjo un encarecimiento de las materias primas, como del gas natural y del petróleo. Además, también se aumentaron las restricciones del CO2. Todo esto ha hecho que el año pasado la factura de la energía eléctrica aumentase un 41%. Según los datos arrojados por la OCU, el año pasado la factura anual de la electricidad más alta fue de 949, mientras que en 2020 fue de 675 euros. 

¿En qué consiste una crisis energética y qué las provoca?

Una crisis energética se produce cuando hay un desajuste entre la oferta y la demanda energética. Esta situación se suele solucionar con una subida de los precios, pero esto no siempre es efectivo, y menos cuando el problema es por una falta de oferta y una subida de la demanda. 

Cuando la producción energética no sube por una demanda que crece, el elevar los precios busca volver a equilibrar la situación. Esto sucede porque el capital de más que aportan los usuarios se invierte en nuevas fuentes de energía que a medio plazo son capaces de satisfacer la demanda. 

Hay dos realidades que se retroalimentan dentro del abanico de razones que provocan una crisis energética: por una parte, las fuentes de energía más convencionales, como el petróleo y el carbón, se están agotando, y por el otro, su uso está penalizado ya que empeoran la crisis climática actual

Esto hace que la electricidad suba rápidamente debido que el gas natural ha encarecido al aumentar su demanda. Como el gas natural es una fuente de energía menos contaminante que, por ejemplo, el carbón, cada vez más países pujan por él.

En resumen, una crisis energética se produce por: 

  • Desequilibro entre oferta y demanda. 
  • Necesidad de más capital para poder invertirlo en fuentes energéticas nuevas. 
  • Reducción de las emisiones y un agotamiento de las fuentes energéticas fósiles.
  • Subida del precio de las demás fuentes, como el gas natural. 

¿Cómo ha estallado la crisis energética mundial?

Como consecuencia de todas estas subidas y bajadas en la oferta y demanda energética, la crisis ha ido convirtiéndose en una crisis energética mundial donde hay escasez de varios recursos, y donde más de un estado ya ha aprovechado para diseñar estrategias geopolíticas. 

Según el índice de precios industriales de finales del año pasado, estos han sufrido un incremento del 31,9% en España. En enero de 2021, coincidiendo con Filomena, subieron un 2%, para doce meses más tarde registrarse un récord en las máximas nunca visto durante los últimos 40 años

Tras un año como 2020 lleno de parones para las fábricas a industrias, debido a esta subida energética muchas de ellas se han visto con dificultades para suplir de productos y materias primas. Las más afectadas pertenecen a los sectores de las industrias químicas, tecnológicas y automovilísticas. 

Gracias a esto, el aumento de la demanda energética en países como China, muy dependiente del carbón, ha hecho que 21 de sus 31 provincias tengan que aplicar restricciones de suministros. Esto a nivel global se traduce en crisis como la del microchip. 

Como China es líder en la producción tecnológica en todo el mundo, al frenarse esta ha sido inevitable que se hayan visto afectadas pequeñas y grandes empresas de varios lugares del planeta. 

Para resumir: lo que ha desencadenado la crisis mundial

Algunos de los factores que han provocado esta crisis energética mundial son: 

  • La escasez de recursos energéticos.
  • Intereses geopolíticos de los países.
  • Problemas de suministro por parte de las industrias.
  • Restricciones de suministros en China.

¿Qué efectos tendrá para España en 2022?

Como consecuencia del clima global que estamos viviendo, Europa y E.E.U.U. han vuelto a tener niveles de inflaciones que no experimentaban desde finales del 2010. La subida general de los precios ha hecho que la inflación superase el 5% en Estados Unidos el mes de junio del año pasado, mientras que en Europa esta subió hasta el 3,4% en otoño. 

En España el IPC terminó el año con una subida del 6,5% interanual en diciembre, un récord desde 1992. 

Los sobrecostes que se acumulan en el precio energético han tenido sus consecuencias en las materias primas, y de ahí a las manufacturas y diversos productos, haciendo que aumenten los precios globales de los bienes de consumo

Igual que ocurre en otros países de Europa como en Alemania y en Francia, el PIB español está ligado a la industria del automóvil. Por esto mismo, las consecuencias en el stock que se vivieron el año pasado en las fábricas chinas han afectado a la producción de nuestro país. Esto se debe a que la mayoría de automóviles hoy en día funcionan gracias a la tecnología asiática. 

Paralelamente, la subida del precio de la luz afecta de manera negativa al tejido empresarial y al comercio español. Después de los confinamientos vividos, muchas empresas no pueden hacer frente a estos precios elevados sin sufrir terribles consecuencias. 

Por último, esto afecta de igual modo a los hogares españoles, que tienen que lidiar con una factura elevada de la luz al mismo tiempo que con la subida del precio de los bienes de consumo básico, como la gasolina o la comida. 

La crisis de energías y sus consecuencias

Para resumir, las consecuencias que ya se están notando y posiblemente se mantengan en 2022 son: 

  • Subida de los precios de las materias primas. 
  • Problemas de suministro en industrias con gran peso en el Producto Interno Bruto. 
  • Dificultades para las empresas de todo tipo. 
  • Subida de la factura eléctrica en los hogares. 
  • Menor poder adquisitivo ante el encarecimiento de los bienes de consumo básicos.

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