Si piensas que las finanzas son complicadas… es porque no te las han enseñado bien. ¡Tenemos grandes noticias! Porque lo hemos preparado todo para que empieces a dominar tu vocabulario económico, con algunas palabras financieras que te ayudarán a gestionar tus cuentas en el día a día.
Gracias a ellos, podrás entender conceptos que manejas y en los que no reparas, ya sea en tu vida como particular o como empresa. Y es que, aunque el 76% de españoles afirmen haber recibido una “excelente educación sobre economía”, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, siempre viene bien tener unos conocimientos más sólidos.
¿Quieres conocer estas cinco palabras financieras al detalle?
Economía a lo fácil: 5 conceptos financieros
La primera de las palabras te la habrás encontrado en las noticias, pero puede que no hayas reparado en ella: es la inflación. Y no, la inflación no es cuando tu madre se cansa de que dejes los pantalones tirados por el suelo. Hace referencia a un indicador económico que mide cuándo los precios de los productos en la cesta de la compra han subido, lo que provoca que por cada euro se puedan comprar menos barras de pan o menos gasolina que ayer.
Es tan importante conocerlo porque ya sabes que ahora estamos en una de las épocas con mayor inflación de la historia de España. De hecho, en julio el IPC llegó al 10,8%, su mayor dato desde 1984, lo que nos indica que ahora es más importante que nunca ponernos al día con el ahorro.
Y si lo tuyo es la liquidez, también vamos a explicarte en qué consiste este concepto financiero. En finanzas, hace referencia a la capacidad de un activo de convertirse en dinero en el corto plazo sin necesidad de reducir el precio.
Imagina que trabajas en una tienda de impresoras y quieres optimizar tus ingresos y gastos. Entonces deberías anotar en un papel todos tus activos, entendiendo que un cartucho tiene mayor liquidez que un ordenador. ¿Por qué? Porque lo primero se venderá antes, mientras que lo segundo cumplirá un ciclo de vida mucho más productivo para la empresa. Es súper fácil de entender.
El coste de oportunidad es uno de los términos financieros más recurrentes en tu día a día. Es lo que sucede cuando quieres ir a ver el reestreno de una película en cines, como Avatar, pero se te plantean varias opciones: ¿y si te haces Netflix y la ves en casa? ¿Y si vas a casa de Luis que ya la tiene en Blu-ray y la ves con él?
Pues lo que no has elegido es, amigo mío, aquello a lo que has renunciado: es tu coste de oportunidad. Y si empiezas a calcularlo en el día a día, verás cómo puedes mejorar tus finanzas tomando la mejor decisión en cada momento.
Vamos con la amortización, y lo vemos con un ejemplo. ¿Verdad que te entra la rabia cuando tus padres te preguntan con ironía si has amortizado los cascos con bluetooth que te compraste hace tres meses?
En el fondo, te están preguntando si les has sacado provecho para rentabilizar su valor o si, simplemente, los has dejado en un cajón del escritorio en desuso. Exacto, tus papis saben, porque la amortización es lo que sucede cuando algo va perdiendo valor a lo largo del tiempo. Da igual que sea la cafetera de tu casa que el frigo con frutita fresca de la ofi, lo que tienes que preguntarte es si, en efecto, lo has utilizado todo lo que deberías antes de que se quede muerto para siempre.
Seguimos con un concepto macroeconómico mucho más fácil de entender de lo que piensas: el euríbor. Estamos hablando del tipo de interés al que prestan dinero los bancos europeos, y gracias a él puedes saber las cuotas que tendrás que pagar cada mes con un tipo de hipoteca con interés variable.
Piensa que, si lo tienes controlado, vas a ver cómo sube o baja el precio de tu hipoteca y vas a poder anticipar, dentro de unos límites, cuánto dinero vas a tener que ingresar para mantener tu nivel de vida. Como curiosidad, puedes consultar la cifra todos los días en internet, a partir de las 11:00 de la mañana. ¡No desaproveches la oportunidad!
¡Tachán! Ya tienes las cinco palabras que van a cambiar para siempre tus finanzas. Empieza a mejorar tu vida económica, aplicándolas poco a poco, para que puedas administrar mejor todas tus cuentas ya sea en tu propia economía o en la de tu empresa.