Cada 16 de noviembre se celebra el Día del Orgullo Rural. Este año, ponemos el foco en una de las actividades más importantes del sector primario, sostenido en gran parte por las zonas rurales de todo el mundo: la pesca.
Dentro del sector pesquero, la pesca ilegal no controlada provoca pérdidas que van de los 11 a los 26 millones de toneladas de pescado, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como la FAO.
La ONU incluye en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible que dan forma a la agenda 2015-2030 a la pesca sostenible como el reto número 14, para lograr erradicar estas prácticas de sobreexplotación, lesivas para el medioambiente.
¿Qué es la pesca sostenible?
Según el Marine Stewardship Council, la pesca sostenible implica dejar suficientes peces en el mar, evitando la sobrepesca, para que su población se pueda reproducir de forma adecuada, renovándose de manera continua, manteniéndose saludable y productiva y garantizando el suministro alimentario.
La pesca sostenible forma parte de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Es decir, que forma parte del mismo plan global que trabaja para terminar con la pobreza, promover una educación de calidad y universal y alcanzar la igualdad de género, entre otros compromisos.
Para lograr su implantación, Naciones Unidas ha creado el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO, un compromiso que pretende alcanzar cuatro grandes retos:
- Emplear métodos de pesca más selectivos y evitar la captura de especies protegidas.
- Reducir la contaminación de los océanos.
- Minimizar el desperdicio alimentario, aprovechando los peces descartados para fabricar subproductos.
- Promover la certificación sostenible de las capturas a través del desarrollo de sellos internacionales, fomentando el control de las capturas.
Prácticas abusivas en el sector pesquero
El porcentaje de poblaciones marinas sobreexplotadas no ha bajado del 30% desde principios de la década de los 90, según datos de la ONU. Para la Organización Mundial del Comercio (OMC), esta situación se mantiene estable en el tiempo debido a que la parte del sector pesquero que promueve la sobreexplotación de los caladeros continúa beneficiándose de subvenciones públicas, de la misma manera que otros sectores que sí cumplen con las medidas y buenas prácticas de la pesca sostenible. De hecho, los datos no sólo se mantienen estables, sino que empeoran:
- Desde el año 1974, las poblaciones marinas explotadas de forma insostenible han crecido desde el 10% a mediados de los 70 al 30% actual, según datos de la FAO.
- El 58% de las especies marinas de todo el mundo ya han alcanzado su máximo nivel de explotación global.
- Otros efectos colaterales de estas prácticas de sobreexplotación son:
- Contaminación ambiental: cada vez hay menos población de peces al alcance del pescador, por lo que este debe desplazarse más kilómetros mar adentro, con el sobrecoste ambiental y económico que eso supone, tanto para la propia cooperativa pesquera, como para la atmósfera, que recibe más gases contaminantes.
- Pesca no reglada: esta situación es agravada por las capturas no controladas, que perpetúan esta actividad tan perjudicial para el medioambiente.
Cómo combatir la pesca ilegal
Para lograr que en 2030 la pesca mundial sea verdaderamente sostenible, gobiernos y organizaciones internacionales, liderados por la ONU, proponen una serie de medidas.
- Endurecer el marco normativo que regula la pesca en los territorios. Implantar nuevas legislaciones para que la explotación de los caladeros no sobrepase el porcentaje marcado por los biólogos.
- Aumentar el control y la cuantía económica de las penalizaciones con las que se castiga la pesca no regulada. Con ello, se reducirían tanto la corrupción política, como los casos de blanqueo de capitales, frecuentemente asociados a la pesca ilegal.
En lo que respecta a España, la sociedad de nuestro país está profundamente concienciada con las prácticas sostenibles y la urgencia en su implantación. Según un estudio realizado por Marine Stewardship Council, el 91% de los españoles cree que es muy importante proteger las poblaciones de peces para garantizar el acceso de los mismos a las generaciones futuras, y el 89% desearía que las compañías a las que compra el pescado fuesen más transparentes respecto a sus prácticas sostenibles.
Las numerosas bondades de la pesca sostenible
- Fomenta la diversidad de la fauna y flora marina.
- Mantiene la viabilidad y continuidad de todas las especies.
- Combate el despilfarro de recursos alimenticios.
- Evita la captura indiscriminada de especies marinas muy amenazadas o en peligro de extinción.
- Genera puestos de trabajo. La vida de 3.000 millones de personas depende directamente de la biodiversidad marina y la pesca. Según la ONU, la pesca emplea a más de 200 millones de personas.
El desarrollo de un sector pesquero sostenible es imprescindible si queremos lograr realmente un futuro más verde y hacer frente a la demanda de alimentos del planeta. En Caja Rural del Sur creemos en un futuro más sostenible, visibilizando graves problemas ambientales como la pesca no regulada, y trabajando internamente por cumplir la agenda 2020-2030, mediante medidas como nuestro compromiso por combatir la despoblación y fomentar la inclusión financiera de los territorios en los que tenemos presencia.