Todos hemos decidido coleccionar algo en algún punto de nuestra vida: sellos, vinilos, películas e incluso obras de arte valiosas en muchos aspectos.
Por supuesto, al igual que muchas cosas, el arte y el coleccionismo han ido evolucionando hacia el medio digital. Los NFTs nacen debido a esto mismo. En general, pretenden proteger la propiedad intelectual a través de certificados digitales de autenticidad con tecnología blockchain. Atento a este post para descubrirlo todo acerca de ellos.
NFT: qué son, principales características y funcionamiento
NFT no es más que Non Fungible Token. Estos pueden ser bienes fungibles y no fungibles. A continuación, vamos a descubrir sus principales diferencias.
Bienes fungibles y no fungibles: sus diferencias
España distingue, en su marco legal y jurídico, dos tipos de bienes de este tipo: los que se pueden intercambiar entre ellos y los que no permiten esta transacción.
- Bienes fungibles: en primer lugar, tenemos los bienes fungibles. Estos se vinculan con una medida, un peso o un número: están vinculados a un valor concreto. El dinero es un ejemplo muy bueno dentro de estos bienes. Un billete de 20 euros se puede cambiar por otro igual porque tienen el mismo valor, o bien por dos de diez, que, en conjunto, cumplen con el valor del de 20. Además, si compramos algo con ese dinero, dejará de estar en nuestro poder.
- Bienes no fungibles: a diferencia de los fungibles estos no se pueden intercambiar. Aquí podemos encontrar las obras de arte. Un cuadro de Van Gogh no se puede cambiar por uno de Goya solo por ser obras pictóricas, ya que cada uno tiene su propio valor asociado.
Los NFTs, en concreto, se encuentran dentro de este último grupo. Es decir, son bienes no fungibles. De hecho, se les conoce como tokens no fungibles, por sus siglas en inglés, NFT. Los tokens son unidades con un valor determinado asociado a un negocio digital.
De todos modos, aunque en esto se parezcan a las criptomonedas, a diferencia de ellas no se pueden dividir en partes para fragmentar su valor, igual que ocurre con las obras de arte al uso. Los NFT no se pueden dividir, igual que no se puede romper una escultura y esperar que sus partes sigan teniendo valor.
Funcionamiento de los NFTs
Unido a todo esto, cabe destacar que otra particularidad de los NFT es que están vinculados a un código digital, a diferencia de otros archivos digitales que se pueden encontrar. Gracias a este código, la persona que decida comprarlo puede verificar que, en efecto, es el único propietario legal de dicha obra de arte.
De esta manera, aunque cualquiera pueda ver o escuchar el NFT, tan solo el usuario que tenga en su poder el archivo y el código es el legítimo dueño, y el único que puede decidir venderlo posteriormente. Es decir, cada NFT tiene su certificado correspondiente en el que se van registrando todos los movimientos y transacciones que se hacen con él, a modo de historial.
La nueva situación del arte digital
Hay quienes han llegado a pagar cerca de 300.000 euros por un NFT, pero, ¿por qué? Los expertos apuntan a que esto ocurre porque los NFT son el comienzo de una revolución dentro del arte digital. Quienes invierten de esta manera esperan que, pasados unos años, el valor de estos archivos aumente de manera exponencial, pudiendo así volver a venderlo. De esta manera, no solo estarían recuperando la inversión que hicieron, sino ganando una cuantiosa cantidad de dinero. Es más, se espera que un NFT comprado en 2021 pueda llegar a poseer el mismo valor que la primera edición del Quijote, por ejemplo.
¿Son los NFTs el futuro?
Los especialistas apuntan a que los NFT llegarán a ser esenciales en este nuevo paradigma del arte digital. De primeras, porque han sido diseñados para que se pueda hacer negocio con y gracias a ellos.
Al comprar un NFT, este viene con un certificado de autenticidad que solo puede adquirirse mediante un ETH, un portal de blockchain con código abierto que permite cerrar todo tipo de contratos.
Al final, estamos hablando de un nuevo tipo de arte, cuya producción, venta y transacción se hace en el medio digital, y al que cada vez más artistas y compradores se suman.