La nómina de tu trabajo, al detalle. ¡Conócela con nosotros!

Los empleados lo tenemos fácil para conocer el dinero que ingresamos a principios de mes, ¡gracias a la nómina! En ella vienen recogidos términos tan importantes como nuestro sueldo, los impuestos que paga una empresa por nosotros o las pagas extraordinarias que tenemos durante el verano o el invierno. 

Aunque sientas la tentación de coger el papel y guardarlo en el cajón, es mejor que no lo hagas. Hay muchas cosas que puedes aprender cuando lo miras en profundidad, y que además pueden ayudarte a entender tu situación laboral. 

¿Te gusta cómo suena? Pues vamos a descubrir cómo es tu nómina desde dentro. 

Lo que debes saber sobre tu nómina 

• Datos de la empresa. El CIF, la dirección… Hay muchos datos importantes que puedes encontrar en la parte alta de tu nómina, pero uno de los más relevantes es el código de cuenta de cotización, que te ayuda a entender en qué categoría incluyó la empresa cuando empezaste a trabajar en ella. 

• Datos del trabajador. Presta atención al tipo de contrato que tienes, porque no es lo mismo estar con uno temporal que con uno indefinido. También deberías mirar la antigüedad de la empresa, porque existen convenios que ofrecen plus salariales cuando llevas mucho tiempo dando el callo por la compañía. Es una forma de recompensar tu esfuerzo y, sobre todo, tu constancia. 

• Las percepciones al detalle. Esto es lo que te llena de alegría cuando empieza el mes: el dinero y las bonificaciones que recibes por todo tu trabajo. Pueden ser percepciones salariales, como el sueldo o las pagas extra, pero también no salariales, como las dietas, los seguros médicos o las formaciones. 

• Detalle de las deducciones. Esta es la parte negativa, porque contiene todo lo que te están deduciendo de tus percepciones, pero lo bueno es que te permite saber cuál es el salario neto final que tendrás. Aquí puedes encontrar tus cotizaciones mensuales a la Seguridad Social o la retención del IRPF, así como otros impuestos que afecten a tu dinero. 

• Líquido a percibir. Ahora que ya conoces el total devengado y a deducir, ha llegado el momento de conocer el cálculo de la diferencia: ese es tu líquido a percibir. Este es, por fin, el total que tendrás y con el que podrás preparar tu propio presupuesto mensual para los gastos. 

• Datos de cotización. Esto es importante porque te permite entender cuál es el tipo de cotización que tenéis la empresa y tú, en función de términos como el concepto, la base, el tipo y la aportación. En la parte inferior encontrarás la firma, el lugar de emisión y el sello que cierran el documento. 

Estos son los puntos que debes saber sobre tu nómina, donde vienen recogidas todas las condiciones que regulan tu vida como empleado. Ahora que ya lo sabes, puedes atreverte a pedir un aumento de sueldo si consideras que lo mereces, e incluso ampliar tus conocimientos laborales haciendo más consultas en internet. Verás cómo, cuanta más información tengas, mejor para ti.